Conociendo a nuestras especies: El Dorado
Vamos a hablar del dorado, nuestro pez nacional, una especie con excepcionales características deportivas que nos permite pescarlo tanto con cebos naturales como artificiales.
El dorado, (Salminus Brasiliensis) habita en toda la cuenca del plata y se encuentra en Buenos Aires, el Litoral, y en algunos ríos de Salta, Santiago del Estero y Tucumán, pero la principal actividad de su pesca se desarrolla en los ríos Paraná, Uruguay y Río de la Plata.
Se trata de una verdadera máquina cazadora, con una mandíbula poderosa (ya veremos como influye esto en su pesca), una aleta caudal que le permite impulsos firmes y que realiza importantes migraciones de hasta 800 km ya sea con fines reproductivos, tróficos (por alimentación) o térmicos (buscando mejores condiciones climáticas).
Se los puede pescar tanto en aguas profundas y caudalosas de piedras del alto Paraná, como en los mansos esteros del Iberá, pasando por arroyitos pequeños, lagunas interiores del valle de inundación de los grandes ríos o el inconmensurable Río de la Plata. Ahora bien, que haya tanta variedad de ambientes, implica distintas estrategias para su captura.
Lo podemos pescar con carnada natural, ya sea con morenas, anguilas, postas de pescado, peces enteros (bagres amarillos, anguilas, boguitas o sábalos) o tripas de sábalo y derivados cárnicos (corazón o carne común). En estos casos, si pesamos de embarcados vamos a requerir un equipo un poco más pesado que los que usamos con señuelos, por lo que vamos a optar por un reel rotativo o frontal de buena carga, y una caña con acción rápida y heavy para poder clavar con firmeza un anzuelo que por lo general va a ser grande (hasta un 1170) y cargado de comida. Se puede usar un a aparejo de flote, con una boya grande para sustentar carnadas de gran volumen, o pescarlos de fondo con un plomo pasante sobre la línea que viene del reel, atada a un leader de acero del que penderá nuestro anzuelo encarnado. El lugar de pesca condicionará la elección de dicho aparejo.
Pero dijimos que este pez que ocupa un espacio tan amplio y diverso en ambientes de nuestra cuenca, es un gran cazador. Por eso, podemos tentarlo también con señuelos o moscas. En la pesca con señuelos, podemos elegir entre equipos de spinning (modalidad recomendada para iniciarse en la actividad y para “barrer agua”, es decir, hacer que nuestro señuelo recorra grandes distancias) o baitcasting (ideal para tiros de precisión, entre objetivos como palos, rocas, calles entre juncos, etc).
El un reel de spinning el tambor queda fijo y vertical al abrir el pick up y el nailon o multifilamento salen haciendo un “spin”, rulo que da nombre a la modalidad. Es fácil de aprender y en una sola jornada de práctica se puede salir pescando tranquilamente. Como siempre que pescamos peces grandes –y los dorados lo son pues pueden pesar hasta 25 kilos-, hay que tener ajustada la estrella del reel en un 70% para ir cansando al pez adecuadamente sin que el equipo llegue al punto de estrés que genere rotura de línea o caña. Como en el caso de la pesca con carnadas naturales, aquí también usamos un leader de acero (o en los últimos años un pedazo de fluorocarbon grueso con un snap) para evitar que nos corte al morder el señuelo. Lo que no hay en este caso es un aparejo, una línea. Solo caña y reel, hilo, leader y señuelo.
En el caso del baitcast, el tambor del reel es horizontal y gira cuando hacemos el tiro y el señuelo está en el aire pidiendo línea, por lo que hay todo un sistema de frenos complejos (magnéticos, centrífugos y nuestro dedo pulgar atento) para que al tocar el agua el artificial no continúe saliendo hilo del carretel, ocasionando “galletas”. En estos casos es conveniente invertir en buenos reeles que nos garanticen con un mínimo de práctica y calibración adecuada del peso de los señuelos, evitar enriedos invoncenientes. Una de las cosas en contra del bait es que hay que calibrar el equipo según el peso de cada artificial que pongamos. Esto se hace poniendo la caña en 45 grados y bajando el pestillo de freno del tambor para soltar línea: si el señuelo cae muy rápido hay que ajustar una perilla circular que tendremos al costado del reel para que caiga mas lento. Si queda frenado, hay que aflojar esa misma perilla. Lo ideal es que caiga al suelo cuando terminemos de contar de 3 a 5 segundos. A medida que el pescador vaya avanzando en el bait podrá ir pescando con frenos mas flojos logrando tiros mas distantes. Esta técnica es ideal para ir golpeando barrancas y estructuras con palos y vegetación sumergida o emergente. Permite una rápida acción reacción ante el pique y también es conveniente usar cañas de acción rápida.
Es tal la pasión que despierta esta especie que hay varias fiestas en su nombre, como la de Paso de la Patria, en Corrientes, o la del Dorado Entrerriano, en La Paz, por citar solo algunas. Y si lo que queremos es dar con los dorados más importantes en tamaño, estos los podemos encontrar en buena cantidad en Concordia, Entre Ríos, donde el río Uruguay ha sido “cortado” por la represa de Salto Grande reuniendo aguas abajo a la especie con sus presas en una suerte de “feed lot acuático”donde el dorado engorda y al no poder migrar no gasta esas calorías, siendo entonces un sitio estratégico para ir a buscar trofeos.
La bravura de su pelea, sus saltos acrobáticos y la belleza de su color dorado con aletas anaranjadas y rojizas, hacen de la pesca de este pez una aventura inigualable que lo convierte en un trofeo que tanto argentinos como extranjeros sabemos valorar.
Equipos recomendados:
- Para pesca con carnada de embarcados o trolling: Reel Spinit RC3500 y reel spinit Caiman 2,10.
- Para pesca en spinning: Caña Rain Forest de 1,90 mts y reel Spinit Turbo.
- Para pesca en baitcast: Reel Spider 200L y caña Spinit Baitmax de 1,90 mts, 10-20lbs.
Por: Wilmar Merino
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