La mano del hombre suele estar asociada a la alteración de muchos ambientes naturales. Pero también a la creación de algunos otros, en donde la pesca tiene reglas particulares: hablamos de las cavas y canteras. Estos grandes pozos hechos por el hombre para sacar tosca para caminos, etc, suelen llegar hasta las napas y luego, con aguas surgentes y lluvias, se convierten en lagos profundos allí donde otrora había llanuras o valles aluviales de ríos de tierras planas. En Pilar, en cercanías del río Luján, algunas de estas tosqueras se han conectado en tiempos de inundación al Luján, recibiendo aportes de ictiofauna de la cuenca del Plata. Por eso en lagos que parecen una postal del sur argentino, con aguas verdes y todo, encontramos desde pejerreyes hasta tarariras, pasando por cabeza amarga, bogas, dientudos y carpas.

Precisamente sobre esta última especie fuimos a investigar a una de estas cavas, en donde hay muchas moras plantadas alrededor del lago creado. Estos árboles están en tiempo de soltar sus frutos, muchos de los cuales caen al agua. Y allí solemos encontrar enormes carpones esperando comida gratis y sin esfuerzo. Es más, por momentos se ponen competitivas y todo lo que cae al agua lo atacan. Las podemos tentar de dos maneras, con carnada natural o con moscas. En este último caso, una vez saciadas, se ponen por demás selectivas, tomando aquello que no solo imite al patrón (es decir, algo que tenga forma de mora), sino algo que lo rompa. Mientras que con cebos naturales (masas de distinta índole) encontramos un modo muy divertido de pescarlas con una boyita chica, y una bajada que nos permita llevar la profundidad hasta el metro y medio como mucho.

En flycast, usando equipos número 6, con un leader de 1,50 mts del 0,30, tuvimos suerte usando moscas tipo mop fly o Darth Vader, de apescto similar a un bicho. El truquito fue agregarle una o dos municiones partidas a estas moscas que ya traían ojitos de metal, para que bajen mas rápido. Así, ni bien veíamos la sombra de un carpón, bajábamos el engaño y lo accionábamos a tironcitos “dándole vida”, gatillando ataques brutales.

En la pesca con carnada natural, usamos equipos spinit de Spinning, con cañas de hasta 2,70 mts (para tener cierta distancia dado que solemos pescar desde barrancas altas y bajo la sombra de las mismas moras que alimentan las carpas). En uno y otro caso, es menester contar con un copo Spinit de mango extensible, y con un mediomundo Spinit grande, por si estamos tan elevados que el copo no alcance. Así las cosas, la pesca en cavas y tosqueras tiene mucho por darnos a los pescadores urbanos. Es cuestión de seguir descubriendo sus posibilidades de pesca y disfrutar de verdaderos trofeos muy cerca de las grandes urbes.

Equipo para pescar carpas con carnada y a flote: probamos dos equipos.

• La nueva caña Spinit Rain Riviera, de 2,70 mts, en dos tramos, apta para arrojar pesos de 40 a 60 gramos, la combinamos con el reel Spinit Rubitron, un reel convencional, fuerte, con capacidad de 140 mts del 0,30 y recupero de 5.1 por vuelta.
• Y también armamos un combo “deluxe” compuesto por las cañas Action 3, de 3 tramos de fibra (2.70 mts largo total), con tres punteros intercambiables. Las combinamos con el reel Hexa 3005, con 5 rulemanes, estética de vanguardia con un carrete principal de aluminio mencanizado y otro de grafito, relación de recupero 5.2 por vuelta y capacidad de 240 mts del 0,20. Su andar suave es su

Ambas posibilidades brindan maravillosa sensación de pelea con la amortiguación justa para ir cansando omnívoros de gran tamaño.

Por: Wilmar Merino