En un contexto como el de la sequía histórica que asoló a las lagunas bonaerenses y buena parte del país, encontrar una laguna a solo 110 km de Buenos Aires con buena población de pejerreyes es una bendición. Pues bien, ese ámbito existe y es bien querido por todos los pescadores porque es un clásico de la pesca en lagunas bonaerenses: hablamos de San Miguel del Monte, ciudad situada en el km 110 de la ruta 3, a la vera de una hermosa laguna circular circunvalada por un camino íntegramente de asfalto.

Se trata de un ámbito caprichoso, que suele rendir muy bien en estos tiempos en donde el frío intenso todavía no se hizo sentir, pues luego en pleno invierno sus pejes se vuelven muy mañosos y salen casi pegados al barro.

Por eso hay que aprovechar estas semanas donde podemos pescar la cuota (25 piezas de más de 25 cm) con brazoladas cortas, sin mayor recurso técnico que el de alquilar una embarcación, ir al medio del espejo, anclar y tener muñeca para clavar las flechas tras sus piques, que suelen ser rápidos.

La línea a usar es la de tres boyas, sin remate en bigotera. Deben ser pequeñas (tanto como podamos verlas) y livianas, para facilitar la llevada de estos astutos pejerreyes. Las brazoladas que rinden bien cuando hay algo de brisa y el pejerrey come arriba son las que van entre 20 y 50 cm, mientras que cuando la laguna se plancha podemos apelar a la línea de dos boyas yo-yo (sin puntero) con brazoladas largas, de más de un metro, y en todos los casos usar un anzuelo de medida 1 para evitar el chiquitaje y que los pescados se traguen (han sido varios los que hemos podido devolver de esta manera).

El pique también puede activarse cuando se corta arriba usando un paternóster largo. A veces, con las primeras dos brazoladas apoyadas en el fondo, incluso. Así, hemos continuado pescando cuando las líneas de flote no acusaban piques. El paternóster, no solo puede ser una boya larga tipo cordobesa, sino que podemos también usar como indicador sensible de pique una pequeña yo-yo, lo suficientemente grandecita como para apenas flotar y mantener la línea estirada cubriendo toda la columna de agua.

Con estos pejerreyes que en su mayoría son robustos y cortos, pero que no pasan los 35 cm, podemos alivianar equipo para disfrutar la pesca. En este caso usamos dos tipos de reeles Spinit, los Hexa y los Turbo, de gran recupero, liviandad y funcionamiento sedoso, cargados con multifilamento Spinit fino, de no más del 0,20 (este dato fue clave dado que en principio usé uno cargado con multi más grueso y la línea no “viajaba” del mismo modo, generando menos piques) y cañas livianas, como dijimos, recomendando en la línea Spinit los modelos Spinit Sensitive (de 4,20 mts) o Marejada (4,20 mts).

Por lo demás, conviene siempre llevar los accesorios útiles como el balde portacarnada Mauri y un copo Spinit para asegurar algún matunguito que rompa el molde de los medianos.

Por: Wilmar Merino