Pejerreyes nocturnos en Olivos
Los clubes de pesca tienen una importancia formativa central en las nuevas generaciones de pescadores y en el intercambio de conocimientos entre consocios de un mismo ámbito. Pero además, son lugares bien cuidados donde, por ejemplo, podemos hacer de noche una práctica de pesca segura, algo que lamentablemente ya no ofrece garantías en lugares públicos.
En esa convicción, visitamos recientemente el Club de Pescadores Olivos, institución que desde hace más de 80 años forma excelentes cañas en su sede del Puerto de Olivos, donde tiene un muelle de 300 metros de aguas pasantes, buffet y zona de quinchos para asados. La idea esta vez, atentos a la buena iluminación del lugar y a que de día el pique venía medio errático, fue hacer una pesca nocturna.
El pejerrey, como otras especies, tiene fototropismo positivo, es decir, se siente atraído por la luz. Y entonces, usando boyas de 20 mm, blancas o verde limón para visualizar mejor aparejos, con un puntero pescador al tono, podemos tentarlos con brazoladas cortas, encarnadas con mojarras medianas que estén acordes al tamaño de anzuelos 3 o 5, que son las numeraciones recomendadas. Con esos anzuelos cubriremos todos los tamaños de pejes esperables, desde los que no dan la medida, hasta los de 35/40 cm que son los menos, pasando por la generalidad de las capturas que está entre los 20 y los 30 cm. Mientras armábamos la caña Spinit Proline de 4.30 mts con su correspondiente reel Spinit Turbo y multifilamento del 0,18, algunos aficionados se lucieron pescando tremendos patíes, a fondo y con lombriz.
Empezando a caminar el muelle y a cambiar de lugares buscando ese pique de flechas de plata que no llegaba, las que dijeron presentes son las lachas y los chafalotes. Las primeras, en gran tamaño, los segundos en portes de 30 cm, que para la especie es hablar de un chafalote chico. Pero al menos se empezaron a mover las boyas. Pasada la medianoche un socio nuevo, logró el primero. Y como hay que ver qué es lo que anda y actuar como el que tiene éxito, allí nos fuimos a compartir las caminatas en la T del final del muelle, pescando de cara a la costa. Empezaron a entreverarse entre la medianoche y las 3 AM algunos pejerreyes medianos, mientras seguía el festival de lachas y chafalotes.
En eso, una señora que pescaba cerca junto a su pareja, logró una regia manduva con una cañita de menos de dos metros y haciendo un tiro corto. La novedad es que la señora había encarnado ¡con pollo!. No con tripa de pollo, sino con carne de esa ave. Sorpresas que da la pesca, entre muchos patíes, bagres chicos y porteñitos de a doblete y alguna que otra especie entreverada.
Cerramos la noche entre lachas y algunos pejerreyes con más de 25 capturas, disfrutando a pleno los piques rápidos y furiosos del muelle de Olivos, que funciona las 24 hs y es exclusivo para socios. La caña Spinit Proline se portó de maravillas no solo para manejar líneas largas como las de pejerrey (5 boyas) sino para clavar velozmente ante piques rápidos y furiosos.
Por: Wilmar Merino
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