El frío intenso de estos meses obliga a recordar una frase que siempre debemos tener en cuenta cuando hablamos del pejerrey, la especie más pescada por los argentinos: "el pejerrey es un pez de aguas frescas, no frías". Esto se traduce en que cuando la temperatura del agua está por debajo de los 10 grados el metabolismo del pez se aletarga y busca marcas térmicas más estables en aguas profundas, pues las cercanas a la superficie son muy susceptibles a heladas, vientos y corrientes que la enfrían aún más. Por eso, pese a que amamos ver las boyitas hundiéndose o corriendo de lado, en muchos muelles rioplatenses veremos que la pesca a fondo es mucho más rendidora. "Está fondeado", solemos decir. Y en esa convicción fuimos a buscar pejes a fondo a uno de los clubes más queridos y formadores de grandes cañas del país: el Pejerrey Club de Quilmes, sito en el cruce de Av Cervantes e Iriarte, costanera de Quilmes, que se puede visitar sin ser socio, pagando un ingreso diario.

Aquí contamos con grandes amigos como el "Polaco" Adam Wajkzuck, Leonardo Altieri, Walter y otros muchos buenos pescadores que saben las claves de las distintas especies en los diferentes momentos del año. Y para pescar pejerreyes a fondo, algunas de esas claves a recordar son las siguientes. Por un lado, armar una línea de uno o dos anzuelos con brazolada larga, de 90 cm a 1 metro. Encarnar una mojarra de cola a cabeza y pasarla hacia arriba del ojal del anzuelo, atando la colita al nylon de la brazolada con hilo mágico, pudiedo rematar el encarne con un pedacito de filet común o coloreado de rojo.

Usamos equipos Spinit de lance con tips finos que permiten detectar los piques. El reel frontal fue el Prodistance F6000, maravilla tecnológica con 7+1 rulemanes, cuerpo de grafito y carrete de longcast. Lo combinamos con caña Telesurf de 3,60 mts, telescópica en 5 tramos, con capacidad de lance de plomos hasta 220 gramos.

También armamos otro equipo con reeles rotativos, donde es necesari cargar la base del mismo con un nailon Spinit no superior al 0,25 y rematar en una salida de hasta 0,60 para que aguante el tiro. En esta salida pescamos con Spinit RC3500 de 8 rulemanes y capacidad de 150 mts del 0,42. La caña ideal para el combo: la Longcaster, de 4,20 mts, 2 tramos, pasahilos aptos para multifilamento y construcción de carbón composite con una acción Xfast.

Bien equipados, empezamos la pesca. En el morro, hay que usar los laterales, pescando de frente o a 45 grados, pero no el centro del muelle, donde con seguridad habrá enganches. Tener en cuenta que se usa una sola caña por pescador: es un club de pesca, donde hay que convivir con otros parroquianos en un pequeño espacio.

Hechas estas consideraciones, podemos contar que la pesca fue superlativa, no solo por la cantidad de pejerreyes logrados sino también por los hermosos tamaños de flechas de plata, algunos que entraron claramente en la categoría de matungos. Entreverados entre éstos y tentados por la carnada blanca, también se hicieron presentes bagres amarillos de tamaños muy importantes.

El pique, muchas veces, se limita a un par de cabezazos y luego el peje se queda quieto, por lo que recomendamos no dejar más de 20 minutos la caña tirada. Algo que también servirá para renovar carnadas, que se consiguen en la pérgola del club.

Por: Wilmar Merino