Pejes de costa en Paraná

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Pejes de costa en Paraná

Paraná sorprende en este 2022 con una inusual temporada de pesca de pejerreyes grandes. La capital de Entre Ríos maravilla con su armónica relación con su río. Barrancas, plazas de artesanos, una hermosa costanera para bicicleteadas, mateadas o simplemente maravillarse con el ocaso en el Paraná hacen sin duda un gran aporte a la calidad de vida. En zona de Bajada Grande (una bajada de embarcaciones pública y gratuita al lado de una playa de arena) hay un mirador con parrillas y arboleda, piletas para lavarse las manos y baños públicos. Nadie rompe ni destruye, todos disfrutan del paseo, el asado o la pesca. Acaso por buena educación o por temor a la mirada de Nuestra Señora de las Aguas Dulces, virgen que custodia el lugar mirando al Paraná, las cosas perduran y son de todos.

El caso es que en el mirador de esta Bajada Grande, una suerte de península que gana unos metros al río, este año se dio una inusual pesca de pejerreyes grandes, los famosos Gran Paraná, esos matungos de ensueño que en este caso han remontado más de 500 kilómetros por el Paraná, y que aquí se dan cerca de la orilla en un pesquero gratuito.

Se requiere para esta pesca de pejerreyes vigorosos y migradores que pican sin ambagues, llevando las boyas con la fuerza de un dorado, cañas de 4 a 4,30 mts (en este caso las Titanium de 4,20), algo duritas, con reel tipo 2500 (Un Spinit Caribean 30 va bien) y multifilamento del 0,20 (Spinit o Asso). Las líneas de 3 boyas pueden tener o no puntero impulsor, pues basta apenas con dejarlas caer y deriva río abajo para que estén trabajando correctamente. Las brazoladas, deben ser de 20 a 40 cm, con un plomito que haga bajar las carnadas. Y los anzuelos, para estos pejes grandes y bocones, no deben bajar del 1/0.

Los piques son fuertes y arrebatados, sin medias tintas, como para que a nadie le queden dudas, y muchas veces se dan cuando las boyas se van arrimando a las costas. La carnada merece un apartado especial, pues en una localidad donde no hay venta de mojarras, o las pesca uno con trampas o se usa el tongoril (tripa de sábalo) cortado en rodajas. Un cebo poco conocido en zona rioplatense, pero súper rendidor en este tramo del Paraná Medio.

La pesca se da de a pasadas, con dos o tres piques y momentos donde se corta, pero no hay que desesperar porque van a volver. A lo largo de una buena jornada, nadie se fue sin su docenita de pejerreyes que superaban los 40 cm. Un rinde nada común para un pesquero de orilla. Así que ya sea que vaya de viaje por la pesca o pase por allí, no deje de aprovechar una inusual temporada de grandes pejerreyes en un pesquero atípico pero rendidor. En Paraná, precisamente, está la meta del Gran Paraná en su remonte. Vaya y disfrute.

Por: Wilmar Merino


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