Por su carácter de pez iliófago, es decir que encuentra su alimento entre pequeños microorganismos que encuentra en el barro o en el bioderma (y por lo cual cumple una función vital como purificador del agua), el sábalo es conocido como “el pez que no pica”. Pero en determinadas ocasiones, está visto, no solo pica sino que hasta toma cebos artificiales.

Por estos días de veranito porteño y bonaerense asistimos a un arribo en masa de grandes cardúmenes del “pan del río “ (es el pez que alimenta a toda la cuenca del plata desde que es alevino hasta su madurez), que solemos ver muy pegados a las costas en diversos pesqueros capitalinos y de zona Norte del Gran Buenos Aires. Y no son pocos los que los pescan con las mismas técnicas y elementos destinados a otras especies como la boga o la carpa.

De hecho, usando la línea denominada “coreana” (hecha con un plomo pasante en una madre y un remate en resorte retén del que derivamos cuatro brazoladitas con anzuelos), podemos tentarlos con una masa blanda y bien saborizada, que seguramente nos dará varias capturas de ejemplares que suelen pasar los 2 kilos.

Un tip que me ha dado resultado es rematar cada anzuelo con un maíz artificial saborizado, hecho que pareció ser del agrado de los sábalos en mi relevamiento pues alguna acción realizan al separar el anzuelo de la bola de masa y despertar la curiosidad del pez.

La masa, como dijimos, debe ser lo suficientemente resistente como para aguantar el tiro (que debe ser acompañando la línea y no tipo lático, pues eso provocará el desprendimiento), pero a la vez lo suficientemente blanda para ir generando recompensas en este “chupabarros” que irá tomando de a poco confianza antes de arremeter de lleno contra el cebo evidenciando el pique.

La masa: una muy recomendable para sábalos consiste en partes iguales de harina de trigo y maíz, sémola y chorros de esencia de vainilla. La trabajaremos con manos húmedas en agua sin cloro y le iremos dando la consistencia deseada hasta que quede bien plástica. Si se nos deshace podemos mezclarle un poquito de gelatina sin sabor, pero en la mayoría de los casos solo con el agua y la vainilla lograremos darle forma.

El pique del sábalo es similar al de la boga, con algunos toques tímidos y luego una llevada. Por eso es importante una caña de tip fino, que nos permita evidenciar su actividad y no corte su labio en la pelea, amortiguando los embates del pez. Un buen copo (si estamos de costa) o mediomundo, para terminar la pelea, será lo recomendable.

Por lo demás, pescadores más avezados lo suelen pescar con moscas (la frase más usual es que “el sábalo toma moscas cuando no está haciendo cosas de sábalo”) y hasta pequeñas cucharitas plateadas o incluso señuelos en ocasiones. Esto se debe a que es un pez curioso que “conoce” mediante la boca, como los bebés humanos, y muchas veces “prueba” esa mosca que se asemeja a un insecto o una miga de pan. De hábitos gregarios y frecuente presa de dorados y surubíes, también “se defiende” cuando se siente amenazado y quiere expulsar de su territorio a ese elemento intruso (la cuchara o el señuelo) y es por eso que a veces los pescamos ocasionalmente con esos artificiales.

Hay que hacerles el intento a los sábalos, que abundan y coexisten con otros omnívoros de pelea muy deportiva como la carpa y la boga. Verá que “el pez que no pica” le dará muchas alegrías.

Equipos recomendados:

• Cañas Spinit North Lake de 2,70 y 3 mts, reeles Spinit Blue Legend 30, Nailon Spinit Ultra Natural de 0,30, líneas coreanas con anzuelos tipo Chinu 5 y copos Spinit Barracuda de mango extensible para pesca de costa o mediomundo Spinit plegable de 70 cm para pesa desde muelles o alturas.

Por: Wilmar Merino