Testeo de equipos Spinit con tarariras del Delta
La tararira es y ha sido una verdadera maestra para los que amamos la pesca con artificiales. Especialmente en nuestro país, el spinning desde los 70 y el baitcast desde los 90, se convirtieron en las ténicas dilectas para tentar a esta brava especie tan bien distribuida en nuestra geografía. A tal punto que el nombre científico que se le ha dado a la otrora mal clasificada Hoplias Malabáricus, a mutado al más justo Hoplias Argentinensis, nomenclatura científica de la más abundante entre las siete especies que pueblan nuestro territorio.
Y el Delta del Paraná, así como las islas del Río de la Plata constituyen una verdadera “Patria de la tararira” en la que podemos no solo tentarlas con cebos artificiales sino muchas veces, como en este caso, con carnada natural. Es que queríamos exigír al máximo los nuevos equipos Spinit que entraron al mercado, probando uno de bait y otro de spinning en las condiciones más exigentes: enramadas y palos, juncales de los que hay que sacar tarariras en fuga y corredereas profundas llenas de obstáculos.
Para ello armamos un equipos de baitcast compuesto de caña Baitmax de 1,98 mts, de 10-20lbs, una sección, a la que le montamos un reel de perfil bajo Spider 200L (manija zurda) de 6 rulemanes, recupero de alta velocidad, grip de eva antideslizante, carrete de aluminio torneado y freno progresivo-magnético, cargado con multifilamento de 30 libras Spinit.
Y también usamos un equipo de spinning combinando una caña Rain Forest de 1,98 mts, 8-17 libras, en 1 sección, de carbón 36T, combinada con un reel Spinit Turbo, un frontal con relación de giro: 5.2:1, capacidad de línea (mm/m): 0.30/200 0.35/160 0.40/120 y recuperación por giro (externo): 80 cm. Cuenta con 4 rulemanes de acero, carrete de aluminio torneado alivianado, freno delantero progresivo con frenado máximo: 6 kg y el brazo manivela es plegable, metálico (aluminio), one touch y ambidiestro.
Dijimos que la idea era exigir los equipos y buscamos ambientes plenos de oportunidades para que las tarariras las tengan todas a su favor y haya que poner a trabajar los equipos para sacarlas. Así, en un tramo de un arroyo donde había un árbol caído endicando la correntada, tiramos con la rainforest una línea a flote contra la barranca y bajo las copas de los árboles volcadas al agua, mientras que con la de bait pusimos una línea a fondo a trabajar sobre la caída del veril, zona de ataque dilecta de las tarariras. Ambas fueron encarnadas alteradamente con postas de bagre amarillo y anguila trozada.
Primero hubo suerte con la de bait: el tip de la caña marcó primero que el pez estaba tomando el cebo, con pequeños cabeceos. Luego sí, la llevada firme arrastrando el aparejo indicó el momento justo de la clavada. A unos 30 metros, la Baitmax clavó perfectamente al pez, mostrando a la perfección su acción rápida que es lo que requiere este tipo de pescas de acción reacción. La situación de pelea fue ampliamente disfrutable, tratándose de una caña liviana que, sin embargo, nos brinda una sensación de robustez y buena construcción que nos da seguridad y dominio de la pieza en todo momento. Incluso tirando aparejos de dos anzuelos con plomada de 30 gramos, se portó perfectamente sin afectar la distancia de tiro.
Luego llegó el turno de la Rainforest con el reel Turbo 4000. En este caso, usamos de entrada un multifilamento de 20 lbs Spinit y noté que en algunos lances me embozalaba el multi en los pasahilos. Esto puede solucionarse achicando el reel, pasando a un Turbo 3000, con giro de spin menos abierto (y por lo tanto menos galletero) o engrosando un poco el multi. Opté por esta segunda variante y la cosa funcionó perfecta. La caña tuvo su oportunidad cuando la boya empezó “a caminar” y aceleró hacia una enramada. Allí, con la estrella del Turbo ajustada al 70% (para evitar quiebre de caña) clavé con firmeza y –tal como en el caso de la Baitmax- la acción rápida de la vara (es caña de un solo tramo) se hizo sentir de inmediato picnhando al pez, que empezó con sus cabriolas. Si la idea era contar con equipos que nos dieran la posibilidad de ganar esos primeros metros que son los que el pez tiene a mano para buscar engancharse en palos o barrancas, la caña y el reel me dieron la ventaja de poder sacarlas de esa zona de peligro y luego pelear disfrutando cada captura en aguas profundas donde ya teníamos media batalla ganada. La Rainforest mostró ser una caña sumamente dúctil, rápida y eficaz, a diferencia de otras varas más nerviosas que nos hacen perder muchos piques.
Logramos varios ejemplares de tamaños diversos, y ambos equipos nos dieron la seguridad esperada, maximizando el disfrute. Párrafo aparte para la relación precio calidad de estas dos cañas y estos dos reeles, que sin dudas no solo brindarán al pescador la prestación deseada sino que no se harán sentir en los bolsillos, contando además con el respaldo de una firma de primera línea como Spinit.
Por último –y un detalle no menor- la cosmética de los combos ex extraordinaria. La Baitmax, en tonos marron y negro, resalta en su mango la presencia del rojo fuego del reel Spider, que si encima lo cargamos con multifilamento amarillo queda conformando un conjunto estéticamente muy agradable. La Rainforest es más clásica, en tono negro, brindando elegancia al combinarla con el metal del reel Turbo, que hasta en la pata que va al grip luce un tono plateado sutil y delicado.
En fin, por prestación, diseño y precio, son dos de mis combos favoritos de la nueva línea de Spinit.
Por: Wilmar Merino
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